El humor y la ironía son los ingredientes en los que Rodrigo Cortés se apoya en este libro, les entona en un ambiente de desencanto real, y por otra parte nos dirige hacia la desembocadura crítica más insospechada. Sus definiciones cortas y breves, nos facilitan la interpretación socarrona, aguda, inteligente de la que este escritor tiene por gala y que finaliza contagiándonos satisfactoriamente.

“Dormir es de patos”, contiene diversas expresiones, encaminadas a mantener una reflexión momentánea, en forma de petardos sordos, que aún así nos retumban en nuestro interior con ese sarcasmo y finura de la que sustenta este escritor.
También nos hace gozar con humor al provocarnos esa sonrisa y, porque no, carcajada en sus diversas expresiones, con ejemplos como:

.- Es una lástima que no haya que pagar por opinar.

.- Muchos puestos de trabajo son prescindibles como por ejemplo los de los demás.

.-Escucho emisoras de tendencias diferentes para fundar mejor mis prejuicios.

.-La mente es un campo minado, y, si no, está vacío.

.-Hay películas que te ven a ti.

.-No es alcoholismo si no pagas tú.

.-El pestillo del cuarto de baño, es de lo poco que nos queda.

.-Tan fácil es que un carpintero pierda su dedo como que lo encuentre enseguida.

Podríamos seguir comentando una tras otra sus expresiones, pero creo que lo más sensato sería dosificarlas. Con ello conseguimos disfrutar de sus torpedos, dirigidos  hacia un entorno social y real, cuya línea de flotación es la propia vida.

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